El 3 de diciembre de 2018, la Asamblea General de Naciones Unidas proclamó el 24 de enero Día Internacional de la Educación con el fin de celebrar el papel desempeñado por la educación en favor de la paz y del desarrollo. Sin una educación inclusiva y equitativa de calidad y de oportunidades de aprendizaje durante toda la vida para todos, los países no conseguirán la igualdad de género y erradicar el ciclo de la pobreza que deja de lado a millones de niños, jóvenes y adultos.
La crisis del coronavirus ha obligado a todos los sectores de la sociedad a adaptarse a un contexto de pandemia, pero el reto que ha enfrentado la educación ha sido de los más significativos. “En esta crisis, los docentes han demostrado, como lo han hecho con tanta frecuencia, un gran liderazgo e innovación para garantizar que el aprendizaje no se detenga, que ningún alumno se quede atrás” como señala la Unesco.