No hay fórmulas sagradas para avanzar, pero la mayor investigación en este rubro hecha en Latinoamérica revela ciertos métodos que lograrían una educación de mayor calidad.
¿Es posible mejorar la educación a gran escala? ¿Cómo lograr que crezca el alumnado y que los sistemas educativos regionales mejoren? ¿Quiénes lo han logrado en América Latina? ¿Qué podemos aprender de los casos de éxito? Para responder preguntas de esa envergadura se desarrolló la mayor investigación hecha en Latinoamérica hasta el momento.
Para aprender de las experiencias regionales y construir aprendizajes en conjunto, Instituto Natura —organización sin fines de lucro creada en 2010 en Brasil—convocó al Centro de Investigación Aplicada en Educación San Andrés y a la Universidad de San Andrés (ambas de Argentina) para la identificación de los sistemas educativos que lograron mejoras sostenidas en los últimos 15 años.
El proyecto de investigación “Las Llaves de la Educación” es un estudio comparado en seis países sobre casos de mejora sistémica de la educación a nivel subnacional en el período 2004-2019.
Durante 24 meses casi una veintena de investigadores analizó 486 sistemas educativos subnacionales de Argentina, Brasil, Colombia, Chile, México y Perú. El análisis abarcó un periodo de 15 años.
De esos sistemas educativos se seleccionaron dos casos destacados en cada país para estudiarlos en profundidad. De esta forma, identificaron qué sistemas educativos lograron mejoras sostenidas en los últimos 15 años:
· México: Guanajuato y Puebla
· Brasil: Ceará y Pernambuco
· Chile: Loncoche y San Nicolás
· Colombia: Bogotá DC y Boyacá
· Argentina: Córdoba y Río Negro
· Perú: Ayacucho y San Martín
Sobral demuestra que sí es posible
Aunque no existe una fórmula para el éxito —pues cada caso es único—, se identificaron 10 llaves de la mejora sistémica, 10 llaves que indican que sí es posible un crecimiento estructural del derecho a la educación.
Y para muestra el increíble caso del municipio brasileño de Sobral, que en 12 años ascendió al primer lugar educativo nacional tras haber ocupado el puesto 1,360 de entre los 5,570 municipios.
“Es un caso extraordinario y una inspiración” dice Axel Rivas, coordinador de la investigación y autor del libro que reúne lo mejor de la investigación.
Pero Sobral fue un garbanzo de a libra, precisa el también director de la Escuela de Educación de la Universidad de San Andrés, pues hubo pocos casos de mejora destacados.
Las 10 llaves para abrir la gran compuerta
La construcción de una plataforma de gobierno de la educación debe cimentarse en dos pilares:
La idea de una plataforma como base que permitirá escalar paulatinamente y un ecosistema de actores que interactúan y suman voluntades a largo plazo.
Esto significa que la política educativa no mejorará de manera consistente en el tiempo sin el entendimiento de la educación y sin la confianza y las alianzas de los diversos actores del sistema, resume Axel Rivas.
Las características necesarias para una verdadera revolución educativa van más allá de la implementación de políticas públicas, están relacionadas con la manera en que se gestiona el sistema educativo.
A continuación se describen las ‘llaves’ que abren el camino de las mejoras en los sistemas educativos latinoamericanos. Estas ‘llaves’ se conjugan y se potencian entre sí.
1. La educación como prioridad política. Apostar a la importancia de separar la educación de las batallas de corto plazo, hacer un blindaje y no meterla en el juego político, pues porque la mejora educativa es un proceso de largo alcance.
2. Escuchar las voces del sistema. Se trata de comprender el sistema educativo; los casos que alcanzaron la excelencia lo lograron gracias a que entienden las entrañas del sistema educativo y son capaces de descifrar sus claves simbólicas. Además, respetaron a los diversos actores del sistema educativo. “No fueron adversarios, al contrario, trabajaron en conjunto”.
3.- Objetivos definidos. Los casos exitosos tienen objetivos claros y definidos. No solo saben qué quieren, sino que saben cómo lograrlo, así que convierten los objetivos en acciones. “Tienen una clara narrativa de lo que quieren lograr, así que logran traducirla, es decir, operativizarla, tienen la teoría del cambio muy clara”.
4.- Construcción de entornos legítimos y búsqueda de alianzas. Fomentan la credibilidad y conjuntan voluntades. Se esfuerzan por no tener enemigos ni bloqueos.
“Rompen con la visión de los atajos, construyen alianzas y consensos profundos que a medida que pase el tiempo se consoliden y permitan seguir avanzando, pues saben que es un trabajo de largo plazo.
Los atajos pueden parecer tentadores en América Latina, una región en la que construir instituciones resulta tan abstracto y lejano, pero no son la solución.
5.- Liderazgo reflexivo. Quienes llevan la batuta no son autócratas que creen que tienen la verdad revelada, que creen que pueden solucionarlo todo sin ayuda; al contrario, son líderes que comparten el poder, que crean coaliciones y que se adaptan a los cambios, no se quedan atados a una posición dogmática.
“Es esencial un liderazgo reflexivo, decidido, autocrítico, creíble y consistente que no se centra en una sola persona” dice Margarita Zorrilla, profesora Investigadora en Universidad Autónoma de Aguascalientes.
6.- Equipos profesionales y comprometidos. Quienes forman los equipos son profesionales que no solo deseaban formar parte, sino que cuentan con los méritos para ocupar esas posiciones y, sobre todo, tienen una visión a largo plazo, pues son conscientes de que es una misión de muchos años. Además, rompen con la inestabilidad y con la fragilidad de la continuidad de las políticas, un gran mal de América Latina.
7.- Uso adecuado de la información disponible. Analizan las evaluaciones de la calidad para conocer el resultado de cada escuela y así informales aciertos y errores y analizar cómo mejorar. Se trata de echar mano de echar mano de la investigación educativa para no empezar todo de cero. “Aprovechan la evidencia que existe sobre la mejora de cada institución educativa”.
8.- Suman fuerzas. La articulación política es fundamental, pues deben hacer políticas de la mano de sindicatos docentes, partidos políticos, sociedad civil. La negociación y la apertura son muy importantes.
9.- Política de comunicación transparente. Debe fomentarse la confianza, así que las políticas de comunicación deben ser claras y congruentes.
10.- Convertir los canales de política educativa en dispositivos: usar los recursos para lograr resultados. No basta con la entrega de cartas de navegación y permitir que cada barco vaya por donde quiera —ya sea escuela o docente—, el desafío de los sistemas educativos es la creación de una serie de recorridos que convergen, se multiplican y llegan a umbrales previamente diseñados para ser atravesados en un proceso organizado.
La casa de alquiler
Un líder único que llega y lo cambia todo porque se impone a los demás no funciona. Se necesitan personas que cada día entiendan mejor las entrañas del sistema educativo y con el tiempo automaticen las funciones que ocupan largo tiempo en la agenda y no son centrales.
Se necesita la creación de equipos para largos periodos. “Hago la metáfora de la casa que se compra y la casa que se alquila; en la que se renta no se hacen reformas porque no se sabe cuánto tiempo se permanecerá, no es tuya y sabes que te vas, en cambio cuando es algo propio se apuesta a largo plazo, se invierte y se sabe lo que se quiere hacer” cuenta Axel Rivas, autor del libro.
Hay una coincidencia extraordinaria en la larga duración de las gestiones que lograron mejoras educativas sistémicas.
Al leer estas llaves algunos podrán pensar: “Esto es imposible de lograr”. Es cierto, parece muy difícil, pero lo mismo dice la conocida frase sobre los costos de la educación: “Si la educación es muy cara prueben con la ignorancia”.
Un grano de arena desde la sociedad civil
“Con la convicción de que las transformaciones sociales y educativas son una responsabilidad del Estado, desde la sociedad civil queremos contribuir a la construcción de una educación de todos y para todos. Para esto, es importante aprender sobre las experiencias de nuestra región que han mostrado que estas transformaciones son posibles” cuenta David Saad, presidente de Instituto Natura Brasil y América Hispana.
La presentación del libro se dio en el contexto de crecimiento del Instituto Natura en América Hispana. Esta organización sin fines de lucro nace con el propósito de gestionar la inversión de los recursos de Creer Para Ver, una línea de productos creada por la compañía hace 25 años que fomenta un círculo virtuoso para la mejora de la educación.
Los productos son vendidos por consultores de belleza Natura quienes, al igual que la marca, renuncian a sus ganancias, es decir, el 100 por ciento de lo recaudado es invertido por el Instituto Natura en proyectos para mejora de la calidad y equidad educativa.
“Creemos en el poder transformador de la educación y en su papel central en desarrollo de una sociedad más cohesionada y menos desigual, y confiamos en que la creación del Instituto permitirá multiplicar exponencialmente el impacto de nuestro compromiso” finaliza Karina Stocovaz, directora ejecutiva del Instituto Natura en Latinoamérica.
Fuente: Eliesheva Ramos / entrepreneur.com